DIAS EXTRAS. MUNICH Y CASTILLO DEL REY LOCO
El aeropuerto elegido para hacer esta ruta fue Munich, por lo que decidimos contratar tres noches extras, para disfrutar de esta ciudad y de sus alrededores
DIA 1. MUNICH
Tras desayunar decidimos dar una vuelta por el centro de la ciudad. Nos dirigimos a la estación central (Hauptbahnhof) para ir a la oficina de turismo y solicitar información de Munich.
Nos dirigimos a Karlsplatz, una de sus famosas plazas, donde se encuentra Karlstor, una de las antiguas puertas de entrada a la ciudad la cual nos lleva directamente a Neuhauser strasse, una calle peatonal muy animada, con tiendas, músicos callejeros…que nos lleva directamente a Marienplatz, la plaza central y centro neurálgico de Munich donde se encuentra el hermoso edificio del Neues Rathaus (el nuevo Ayuntamiento).
Muy cerca tenemos el Viktualienmarkt, un mercado tradicional de comida al aire libre muy animado donde aprovechamos para comer. Tras reponer fuerzas fuimos a visitar la Iglesia de San Pedro (Peterskirsche), la más antigua de la ciudad y desde cuya torre, se obtienen las mejores vistas del casco antiguo de Munich, eso sí hay que subir alrededor de 300 escalones, pero el esfuerzo merece la pena, las vistas son muy bonitas. El precio para subir es de unos 2€.
Seguimos disfrutando de esta animada ciudad dirección a Odeonsplatz donde pensábamos coger el metro para ir al hotel, pero empezamos escuchar música y tras seguir el origen de la misma terminamos en un parque cercano el Hofgarten donde vemos a la gente sentada en el césped disfrutando de un concierto de música clásica, una delicia. Nos sentamos en la hierba para disfrutar del momento.
Los cerveceros no podeis dejar de visitar una de las cervecerías más famosas de Munich el Hofbraeuhaus.
Otra cervecería donde también cenamos con muy buen ambiente un par de veces por proximidad a nuestro hotel fue en el Augustiner Keller.
DÍA 2. CASTILLOS DE NUESCHWANSTEIN Y HOHENSCHWANGAU
Hoy era un día ansiado, sobretodo por mí, íbamos a ver el castillo de Neuschwanstein. Hacía más de 20 años que había visto el típico póster de este castillo quedándome fascinada, prometiéndome a mi misma que algún día iría a visitarlo, era algo personal y ese día había llegado. La verdad es que el castillo de Neuschwanstein, más conocido como el Castillo del Rey Loco, no puede jamás defraudar a nadie. Contratamos un servicio privado para el traslado. Es recomendable sacar las entradas con antelación, ya que sino hay que hacer colas. Los precios varían según lo que se vaya a visitar ya que en esta zona se puede visitar el museo de los Reyes de Baviera y los dos castillos; el de Neuschwanstein, y el de Hohenschwangau. Nosotros decidimos visitar sólo los dos castillos.
En primer lugar fuimos a ver el castillo de Hohenschwangau. Su acceso no es complicado, ya que hay unas escaleras que son más directas o existe la opción de una carretera, que va cuenta arriba y que tardas unos 10-15 minutos. Las vistas son espectaculares con el lago Alpsee a los pies y el castillo de Neuscwanstein a lo lejos. Tuvimos que esperar nuestro turno para poder realizar el tour. En ambos castillo las visitas se realizan con audioguías, estando en castallano disponible. La visita dura unos 35 minutos, y en este caso hay que subir unos 90 escalones, por ello los carros se dejan a la entrada y se recogen al finalizar la visita. Después de comer hicimos la ascensión al castillo de Neuschwanstein con tiempo, hay tres opciones:
– Se puede subir a pie y se tarda unos 30 – 40 minutos. La distancia es de 1,5 Km cuesta arriba y la pendiente es considerable y con carrito de bebé más. Tener en cuenta que si se quiere llegar hasta el famoso mirador de Jugend la ascensión son 500 metros más.
– Coger un coche de caballos que te dejará a unos 300 metros de la entrada, unos 5-10 minutos andando cuesta arriba. Precio aproximado de subida unos 6 euros
– Coger un minibús que te dejará en el puente de Marienbrücke, conocido por el mirador Jugend, lugar desde donde se sacan las fotos más espectaculares del castillo. Desde allí la distancia al castillo es de unos 600 metros cuesta abajo. Precio aproximado de subida unos 2 euros.
Nosotros subimos con tiempo suficiente, ya que queríamos ir al mirador para hacernos las fotos típicas. Al llegar al castillo dejamos el carrito fuera, además hay que tener en cuenta que durante el recorrido hay que subir unos 165 escalones y bajar unos 181 escaleras. Las vistas en todo momento son espectaculares y difícil de olvidar. Terminamos agotados, pero contentos tras haber disfruta del entorno.